Durante años hemos escudriñado todos los mitos posibles por que nuestro pueblo celebra el 30 de Noviembre -San Andrés- tirándose almidón y afines sobre todo al rostro:
Por lo pronto es una costumbre cuyos orígenes se pierden en la neblina de los tiempos. Y por mas que hayamos interrogado a religiosos españoles, a quienes hayan viajado a otras áreas americanas nunca se nos ha respondido en relación a que por allá se celebren San Andrés de tal modo. San Andrés quien fue martirizado al crucificársele en una cruz en forma de X que hoy lleva su nombre.
En nuestro país celebrase San Andrés no solo con puñados de almidón. A veces se usaron recipientes llenos de agua para empapar al sorprendido.
Entre la aristocracia solía jugarse con cascarones de huevo de gallina llenos de perfume -agua de colonia- polvos faciales y talcos perfumados. Una vez se puso de moda el colodion, liquido rojizo que manchaba la ropa de ese color pero que al cabo de un rato la macha desaparecía.
A niveles mas humildes los cascarones de huevo de gallina eran llenados con el liquido rojizo que se obtiene de la tuna (cactus). Y también durante la noche, mediante una jeringa de bambú lanzaban chisguetes de agua contra los tubos las lamparas de gas (kerosene) haciéndolas estallar. Por mas que la gente cerraba puertas ventanas se las ingeniaban para hacer blanco través de los agujeros de la cerradura.
A veces, acabadas las raciones de almidón la gente acudía apuñados de cal, "calsomino", carsomino, harina, y hasta puñados de cemento Este procedimiento mas el de los cubazos de agua a veces non santa, dieron origen a numeroso lances personales muy a menudo de saldo fatales a arma blanca.
Hay una anécdota que se ha vuelto tradición al rodar por el plano inclinado del tiempo que narra como un día de San Andrés el Presidente Ulises Heureaux iba por una de las calles de la Ciudad Capital dominicana. De repente, al pasar por un grupo que jugaba San Andrés, fue salpicado por gotas de aguas no tan puras. La anécdota envuelta en la leyenda, cuenta como el Presidente Lilis mando comprar todos los perfumes y polvos perfumados en existencia en aquella urbe y la dio al pueblo que jugara con tales artículos en vez de...
Hoy la manera tradicional de jugar a San Andrés viene rápidamente desvaneciéndose. Es que, a además de las traculturaciones, ya nuestro país no produce almidón como antes. Ya el almidón no tiene demanda como para "almidonear" ropa. Como para- hacer engrudos caseros etc. Por ende ya no hay producción almidonera en R.D
Ciertas modalidades, nuevas de jugar a San Andrés como la de lanzar cubetas de agua contra los parabrisas de automóviles y afines son tan peligrosas que aceleran la desaparición de tan antigua, como controversial tradición.
Miembro de la Real Academia Dominicana de la Historia
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