Santiago.-En medio del valor total capitalizado de las exiguas inversiones que, por décadas ha sostenido el desarrollo social, Santiago emerge como una de las ciudades con un sistema de transporte y una estructura industrial prácticamente organizada, pero todavía aparecen fallas internas que se manifiestan ahora como una esperanza desgarradora.
El transporte es un caos, el estacionamiento en centros de concentración urbana combinada con la desobediencia y la falta de educación de los choferes, así como una aplicación firme de las leyes vigentes a los conductores del concho, están entre las fallas que no logran que Santiago tenga el mejor servicio del sistema de transporte. En esta materia la capital dominicana está muy atrasada, porque hay una total desorganización del sistema de transporte público, porque parece que todos han caído a un abismo cubierto de sombra.
Cajas, bultos, mesetas de madera, fundas plásticas, carretillas, cartones y hasta solones de belleza improvisados, parecen convertirse en un emblema típico en el Centro Histórico de Santiago.
El gobierno, los polìticos que se convierten en legisladores en una abierta de representaciòn social y los propios sindicatos de choferes emplean muy pocas ayudas y hasta falta de voluntad para mejorar las condiciones estructurales de un transporte que cada dìa observa un lento pero seguro deterioro.
No obstante, quien observa la forma en que se conduce el sistema de transporte en las calles y avenidas de la capital dominicana considera que Santiago, como se observa en el lado óptico de la apreciación general, como la única ciudad que cuenta con el transporte mas organizado del país. Y así es , naturalmente, pero quienes intervienen en este sistema, parrecen ciegos, no tratan de mejorarlo y el cambio arriban a un virtual deterioro.
Entaponamientos
Los entaponamientos que se registran en ciudades como la capital dominicana y otras naciones se disipan en menos de diez minutos en las áreas de tránsito mas cerrado. En la capital dominicana donde se han construido túneles y un sistema sobre-vial no han podido corregirse las fallas técnicas del tránsito urbano.
Políticos y buhoneros
Los venduteros estacionados en las aceras de las principales calles y avenidas de Santiago impiden a los peatones el uso adecuado de éstas áreas y, consecuentemente deben lanzarse a las calles en un abierto riesgo de que un chofer imprudente, borracho o drogado los conviertan en víctimas del otro mundo.
Los nuevos dueños de las áreas prohibidas parecen estar apoyados por polìticos que andan detras de votos para la interminables campañas y consecuentemente, permiten la ubicaciòn y reubicaciòn de buhoneros y de personas interesadas hasta en àreas verdes. Se desconoce que estàn haciendo las autoridades con el 10 por ciento de los terrenos a urbanizar que, por ley deben entregar las compañìas constructoras. Sin embargo, se asegura que han sido empleados en iglesias y en canchas deportivas que muy pocas se han levantados con fondos municipales.
El ùnico sìndico que mìnimamente logrò adecentar la ciudad con un trànsito mas organizado y la reubicaciòn de los llamados buhoneros, fue el licenciado Josè Ramòn Fadul. Luego los demàs alcaides municipales han permitido la arrabalizaciòn del casco urbano de Santiago, no han logrado reubicarlos en una zona adecuada, ni mucho menos han logrado construir un mercado decente y atractivo en el àrea que hoy ocupa el Hospedaje de Santiago, donde se venden los alimentos con una "rica" producciòn de gusanos, ratas, cucarachas, moscas y mosquistos. Esto ùltimo es deprimente a la mirada de turistas que llegan a Santiago y buscan adquirir productos agropecuarios frescos.
El sìndico Josè Enrique Sued en los perìodos que le ha correspondido gobernar el municipio, apenas menciona, segùn uno de sus colaboradores, el aspecto de mejorar o construir un mercado màs limpio, atractivo, higiènico y que no siga siendo un criaderos de alimañas. A todo esto parece que no existe un sistema de sanidad ambiental en Santiago que permiten que en el Hospedaje Yazque se siga vendiendo productos alimenticios en medio de una desgarradora suciedad.
Parquímetros
Los parquìmetros colocados en las mayorìas de las calles del casco urbano de Santiago han ayudado un poco a mejorar el sistema de transporte, pero surgen a borbotones violadores de las medidas de reorganizaciòn urbana y individuos que, aparentemente actùan en la oscuridad de la noche, han dañado muchos de estos equipos.
El pasado viernes a prima tarde, tratamos de conversar sobre el tema con Francisco Rodrìguez (Pancho), el administrador de la firma que admita los parquìmetros, pero fue inùtil.
Durante la realizaciòn de este reportaje, alguien en la calle Del Sol comentò que es urgente que la compañìa que tiene a su cargo la supervisiòn y administraciòn de los parquìmetros diseñen un plan de orientaciòn uy educaciòn sobre el uso de los estacionamientos controlados.
Arrabalización Centro Histórico
Los nuevos "dueños" de calles, avenidas y àreas de concentraciòn y embellecimiento de la ciudad han arrabalizado hasta el entorno del Centro Històrico de Santiago, como el caso de la parte final de la calle General Cabrera, detràs del mercado modelo, un àrea que permea dentro de lo que son los atractivos turìsticos de esta ciudad.
El cierre de los parques de zonas francas y las restricciones productivas de empresas del sector industrial, han fomentado los puestos de ventas informales por la ciudad y la ubicaciòn nocturna de negocios de "comidas ràpidas" que cambian todo la estructura local de ciudad comospòlita.
Rafael Antonio Nùñez, uo de los pocos buhoneros criollos que està ubicado detràs del mercado modelo, en la antigua calle Paseo de los Periodistas asegura que desconoce de quienes autorizaron a tantos haitianos a ubicarse en la zona, luego de que por un tiempo fue ocupada por negocios propiedad de dominicanos. Los haitianos ubicados en el àrea cambiaron todo el aspecto de limpieza que, en otrora identificò el lugar.
No obstante, los mismos venduteros de la comarca que pidieron no ser identificados dijeron que los culpables de de esta progresiva ocupaciòn haitiana en una zona prohibida y que debe ser respetada son dueños de casas antiguas que han rentado espacios de las mismas.
"A nosotros nos desplazaron de los negocios que teniamos detràs de este mercado (el modelo) y los dueños de las casas les alquilaron parters de las mismas a los haitianos que tienen esta zona convertida en una feria de trapos".
En el casco urbano no hay depòsitos para los despercidios livianos que se usan en el consumo regular de alimentos. Una vez se colocaron recipientes plasticos en los postes del sistema de alumbrado elèctrico, pero la mayorìa fue destruida y los que quedaron fueron eliminados por las autoridades porque hacian un conastre con la belleza nocturna del Centro Històrico.
Fuente: La Informacion
Fuente: La Informacion
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