Santiago.-Una gran parte de los centros de
salud o proyectos habitacionales construidos por el gobierno permanecen
cerrados sin ofrecer servicios a sus comunidades, o sin ser ocupados por
sus beneficiarios.
El sub centro de salud Lusa Betances, del distrito municipal de Pedro
García, aún no podido ofrecer los servicios con normalidad debido a la
falta de personal y equipamiento.
Pese a que fue inaugurado durante el período gubernamental 2004-2008,
tan solo cuatro médico ofrecen consultas diariamente y pocos pacientes
acuden a buscar de estos servicios.
En una ocasión comenzó ser desmantelado, pero fue impedido por la población.
La situación es tan grave que dejaron de ofrecer los servicios en
horas de la noche, y los fines de semanas, según refieren los
representantes de juntas de vecinos.
“Esto se está descalabrando a pedazos, yo no se para que inauguran
algo, si no lo van a equipar como va”, refiere Cristina García,
residente en la Pedro García.
A la comunidad le han informado que para ser equipado totalmente, se
hace necesario que acudan mil pacientes, cuando apenas atienden a 15 y
20 personas por día.
Los residentes en la comunidad de Pedro García temen que las
autoridades puedan cerrar el centro de salud de forma definitiva ante
las precariedades.
Igualmente ha sucedido lo mismo con los hospitales de los distritos
municipales de Baitoa y Hato del Yaque, al cumplirse hoy dos meses de
ser inaugurados por el presidente Leonel Fernández, ambos siguen sin ser
equipados.
El pasado día ocho de junio, el Presidente Leonel Fernández, dejó
inaugurado dos hospitales, en los distritos municipales de Hato del
Yaque y Baitoa con una inversión 165 millones de pesos.
Durante el acto se informó que esperaban brindar servicio a una
población de 50 mil habitantes, peor aún sus residentes esperan esa
promesa.
Fernández llegó alas 12:55 del mediodía a Hato del Yaque, donde
entregó el centro de salud con capacidad para ocho camas, salas de
emergencia, farmacias, partos, pos partos, sonografías, cirugías y
consultorios médicos.
La inversión en este hospital fue de 85 millones 500 mil pesos y en el de Baitoa de 82 millones.
Lo mismo sucedió con algunos proyectos habitacionales como el de
Villa Progreso en la Vega, cuyos apartamentos seguían sin ser ocupados
por los beneficiarios, pese a que se hizo el corte de cinta de manera
oficial por el mandatario.
En algunos casos se entregan la llave como especie de simulacro a
representantes de una comisión, pero luego para entregarlos a los
desplazados, muchos por tormentas, deben pasar una
odisea.
Fuente:CitySantiago
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