Santo Domingo, RD Las cosas le han salido bien hasta ahora al danilismo, según los estrategas del Presidente, quienes tenían muy poco tiempo para seleccionar un candidato que pudiera sustituirlo luego de anunciar al país que no se presentaría nuevamente a la reelección. El trabajo parecía muy duro para cualquiera de los seis principales aspirantes a ser escogido por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que ya tenía desde más de un año al expresidente y actual aspirante, Leonel Fernández, dejándose ver en las calles. Cuando el presidente Medina hizo el anuncio en discurso por televisión, sabía que lo que vendría para sus estrategas y para el danilismo no era una tarea fácil, no obstante contar de antemano con la mayoría del comité político, central y congresistas. El año pasado, como se dijo en un análisis anterior, la decisión del presidente Medina de no participar en los comicios estaba sobre la mesa, por lo que los estrategas estudiaban la posibilidad de que fueran lanzados Gonzalo Castillo o Francisco Javier García. Javier García no quiso afrontar el reto, quizás porque ha estado cómodo en su puesto de ministro de Turismo, o porque trasuntó que en el círculo íntimo del presidente Medina, el nombre del entonces ministro de Obras Públicas sonaba mejor. Castillo decidió en 48 horas salir al ruedo frente a Fernández, posiblemente para complacer al presidente Medina y sus cercanos colaboradores que pensaron en él, pero sobre todo para correr con la posibilidad histórica de derrotar al tres veces presidente. El exministro de Obras Públicas no había sido un militante de renombre en el PLD. Le auxiliaba el haber acompañado durante más de siete años al presidente Medina en inauguraciones de carreteras y obras públicas, y mostraba eficiencia y capacidad. Una semana después del lanzamiento de Castillo, programas de televisión lo aupaban y un reventón de anuncios publicitarios que pusieron a gritar a los opositores sobre que se estaban usando los fondos del Estado pareció indicar que había mucho precocinado. Es decir que los estrategas de campaña habrían comenzado a diseñarla, no importa quién resultara el aspirante del sector danilista, o el mismo Presidente de la República en las posibilidades, solo que habría que cambiar nombre y los gestos de la figura. El principal de ellos, José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia asegura que Castillo tiene el apoyo de la mayoría del PLD, del Gabinete, de casi todos los senadores, la mayoría de los diputados, de los alcaldes y directores municipales de todo el país. Castillo cuesta arriba Pese a las grandes ventajas, el aspirante Castillo va cuesta arriba en la lucha para alcanzar y sobrepasar al expresidente y convencer a los electores en una elección primaria abierta el domingo 6 de octubre, que es el mejor y que puede continuar la obra de Medina. De hecho, su campaña se ha mantenido firme en las ideas de que seguirá la línea de gobierno del presidente Medina, se basa en que lo apoya la mayoría del partido y aspira a traspasar la popularidad del Presidente a su propia aspiración. Castillo tiene sus méritos. Al llegar al ministerio de Obras Públicas prácticamente lo transformó al tener a su cargo la construcción de importantes vías, el refuerzo de mantener limpios puentes y elevados y su auxilio a la Alcaldía del Distrito. El aspirante venció a Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito y Temístocles Montás, que eran los principales en la lidia. Al final, mediante encuestas que el sector danilista mantiene “in péctore”, la mayoría acogió bien a Castillo. Del pequeño grupo de los principales, Pared Pérez se declaró neutral en la lucha entre el doctor Fernández y Castillo, en tanto que anunció que su esposa Ingrid Mendoza, apoyaba al el Presidente. Se cree que los demás poco a poco se sumarán a la campaña de Castillo. El exministro de Obras Públicas tiene que superar al que ha sido tres veces Presidente y quien por tal razón tiene muchos dolientes. Dos períodos del presidente Medina, en los cuales han estado “abajo” es demasiado tiempo para quienes aprendieron a disfrutar el poder. Para la base, llamados “compañeritos” que no fueron tocados por la mano proverbial del Estado, la vuelta del doctor Fernández podría ser una solución, algo mucho mejor que un triunfo de la oposición que encarna el Partido Revolucionario Moderno, PRM. La posibilidad de que Fernández, por la alta tasa de rechazo que le asignan las encuestas, pudiera perder la elección ante Luis Abinader o el expresidente Mejía, cualesquiera que seleccionara el PRM, asusta a la feligresía peledeísta y pone en riesgo a sus líderes. El doctor Fernández ha tratado el caso como de vida o muerte. Algunas de sus decisiones así lo atestiguan como fuera encabezar con una multitud de partidarios un piquete frente al Congreso Nacional luego de que las autoridades dijeron que sería asaltado. El peso del Estado La fuerza del Estado y su peso en un país presidencialista le da beneficio a Castillo. Aparte está el hecho de que muchos electores que no querían ver al presidente Medina en un tercer período, tampoco gustarían de que el doctor Fernández fuera cuatro o cinco veces, lo que la Constitución le permitiría. Esa preocupación ha hecho que un sector del PLD y los cercanos al presidente Medina hayan lanzado la propuesta de reformar la Constitución, para que el actual Presidente pueda postularse a las elecciones del 2024 y no quede como un condenado dentro del país. Si se pudiera endosar el apoyo que tiene Medina entre los electores al aspirante Castillo, la situación de Fernández sería difícil. Medina tiene siete años en contacto con el país, con sus pequeños yerros, propuso y logró la tanda extendida en las escuelas. Le han fallado a Medina los ministros de Educación, pero los padres que tienen a sus niños en las escuelas con tres comidas al día, uniformes y útiles escolares subvencionados, le deben esas reivindicaciones al gobernante que dispuso el 4% para la educación. Los números que ofrece el Banco Central benefician al candidato oficialista. En un informe de la semana pasada, la institución dijo que la inflación en los primeros ocho meses está situada en 1.99. Los organismos internacionales esperan un crecimiento de sobre el 5% el año que viene, la mayor de la región. En sus visitas sorpresa a los campos del país, Medina ha propuesto la entrega de subsidios y empréstitos a millares de pequeños agricultores, le ha dado recursos al Banco Agrícola como nunca antes a tasas más suaves que las de la banca privada, para dinamizar el sector agropecuario. Panorama político. - sajoma36
Headlines News :
Home » » Santo Domingo, RD Las cosas le han salido bien hasta ahora al danilismo, según los estrategas del Presidente, quienes tenían muy poco tiempo para seleccionar un candidato que pudiera sustituirlo luego de anunciar al país que no se presentaría nuevamente a la reelección. El trabajo parecía muy duro para cualquiera de los seis principales aspirantes a ser escogido por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que ya tenía desde más de un año al expresidente y actual aspirante, Leonel Fernández, dejándose ver en las calles. Cuando el presidente Medina hizo el anuncio en discurso por televisión, sabía que lo que vendría para sus estrategas y para el danilismo no era una tarea fácil, no obstante contar de antemano con la mayoría del comité político, central y congresistas. El año pasado, como se dijo en un análisis anterior, la decisión del presidente Medina de no participar en los comicios estaba sobre la mesa, por lo que los estrategas estudiaban la posibilidad de que fueran lanzados Gonzalo Castillo o Francisco Javier García. Javier García no quiso afrontar el reto, quizás porque ha estado cómodo en su puesto de ministro de Turismo, o porque trasuntó que en el círculo íntimo del presidente Medina, el nombre del entonces ministro de Obras Públicas sonaba mejor. Castillo decidió en 48 horas salir al ruedo frente a Fernández, posiblemente para complacer al presidente Medina y sus cercanos colaboradores que pensaron en él, pero sobre todo para correr con la posibilidad histórica de derrotar al tres veces presidente. El exministro de Obras Públicas no había sido un militante de renombre en el PLD. Le auxiliaba el haber acompañado durante más de siete años al presidente Medina en inauguraciones de carreteras y obras públicas, y mostraba eficiencia y capacidad. Una semana después del lanzamiento de Castillo, programas de televisión lo aupaban y un reventón de anuncios publicitarios que pusieron a gritar a los opositores sobre que se estaban usando los fondos del Estado pareció indicar que había mucho precocinado. Es decir que los estrategas de campaña habrían comenzado a diseñarla, no importa quién resultara el aspirante del sector danilista, o el mismo Presidente de la República en las posibilidades, solo que habría que cambiar nombre y los gestos de la figura. El principal de ellos, José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia asegura que Castillo tiene el apoyo de la mayoría del PLD, del Gabinete, de casi todos los senadores, la mayoría de los diputados, de los alcaldes y directores municipales de todo el país. Castillo cuesta arriba Pese a las grandes ventajas, el aspirante Castillo va cuesta arriba en la lucha para alcanzar y sobrepasar al expresidente y convencer a los electores en una elección primaria abierta el domingo 6 de octubre, que es el mejor y que puede continuar la obra de Medina. De hecho, su campaña se ha mantenido firme en las ideas de que seguirá la línea de gobierno del presidente Medina, se basa en que lo apoya la mayoría del partido y aspira a traspasar la popularidad del Presidente a su propia aspiración. Castillo tiene sus méritos. Al llegar al ministerio de Obras Públicas prácticamente lo transformó al tener a su cargo la construcción de importantes vías, el refuerzo de mantener limpios puentes y elevados y su auxilio a la Alcaldía del Distrito. El aspirante venció a Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito y Temístocles Montás, que eran los principales en la lidia. Al final, mediante encuestas que el sector danilista mantiene “in péctore”, la mayoría acogió bien a Castillo. Del pequeño grupo de los principales, Pared Pérez se declaró neutral en la lucha entre el doctor Fernández y Castillo, en tanto que anunció que su esposa Ingrid Mendoza, apoyaba al el Presidente. Se cree que los demás poco a poco se sumarán a la campaña de Castillo. El exministro de Obras Públicas tiene que superar al que ha sido tres veces Presidente y quien por tal razón tiene muchos dolientes. Dos períodos del presidente Medina, en los cuales han estado “abajo” es demasiado tiempo para quienes aprendieron a disfrutar el poder. Para la base, llamados “compañeritos” que no fueron tocados por la mano proverbial del Estado, la vuelta del doctor Fernández podría ser una solución, algo mucho mejor que un triunfo de la oposición que encarna el Partido Revolucionario Moderno, PRM. La posibilidad de que Fernández, por la alta tasa de rechazo que le asignan las encuestas, pudiera perder la elección ante Luis Abinader o el expresidente Mejía, cualesquiera que seleccionara el PRM, asusta a la feligresía peledeísta y pone en riesgo a sus líderes. El doctor Fernández ha tratado el caso como de vida o muerte. Algunas de sus decisiones así lo atestiguan como fuera encabezar con una multitud de partidarios un piquete frente al Congreso Nacional luego de que las autoridades dijeron que sería asaltado. El peso del Estado La fuerza del Estado y su peso en un país presidencialista le da beneficio a Castillo. Aparte está el hecho de que muchos electores que no querían ver al presidente Medina en un tercer período, tampoco gustarían de que el doctor Fernández fuera cuatro o cinco veces, lo que la Constitución le permitiría. Esa preocupación ha hecho que un sector del PLD y los cercanos al presidente Medina hayan lanzado la propuesta de reformar la Constitución, para que el actual Presidente pueda postularse a las elecciones del 2024 y no quede como un condenado dentro del país. Si se pudiera endosar el apoyo que tiene Medina entre los electores al aspirante Castillo, la situación de Fernández sería difícil. Medina tiene siete años en contacto con el país, con sus pequeños yerros, propuso y logró la tanda extendida en las escuelas. Le han fallado a Medina los ministros de Educación, pero los padres que tienen a sus niños en las escuelas con tres comidas al día, uniformes y útiles escolares subvencionados, le deben esas reivindicaciones al gobernante que dispuso el 4% para la educación. Los números que ofrece el Banco Central benefician al candidato oficialista. En un informe de la semana pasada, la institución dijo que la inflación en los primeros ocho meses está situada en 1.99. Los organismos internacionales esperan un crecimiento de sobre el 5% el año que viene, la mayor de la región. En sus visitas sorpresa a los campos del país, Medina ha propuesto la entrega de subsidios y empréstitos a millares de pequeños agricultores, le ha dado recursos al Banco Agrícola como nunca antes a tasas más suaves que las de la banca privada, para dinamizar el sector agropecuario. Panorama político.

Santo Domingo, RD Las cosas le han salido bien hasta ahora al danilismo, según los estrategas del Presidente, quienes tenían muy poco tiempo para seleccionar un candidato que pudiera sustituirlo luego de anunciar al país que no se presentaría nuevamente a la reelección. El trabajo parecía muy duro para cualquiera de los seis principales aspirantes a ser escogido por el Partido de la Liberación Dominicana, PLD, que ya tenía desde más de un año al expresidente y actual aspirante, Leonel Fernández, dejándose ver en las calles. Cuando el presidente Medina hizo el anuncio en discurso por televisión, sabía que lo que vendría para sus estrategas y para el danilismo no era una tarea fácil, no obstante contar de antemano con la mayoría del comité político, central y congresistas. El año pasado, como se dijo en un análisis anterior, la decisión del presidente Medina de no participar en los comicios estaba sobre la mesa, por lo que los estrategas estudiaban la posibilidad de que fueran lanzados Gonzalo Castillo o Francisco Javier García. Javier García no quiso afrontar el reto, quizás porque ha estado cómodo en su puesto de ministro de Turismo, o porque trasuntó que en el círculo íntimo del presidente Medina, el nombre del entonces ministro de Obras Públicas sonaba mejor. Castillo decidió en 48 horas salir al ruedo frente a Fernández, posiblemente para complacer al presidente Medina y sus cercanos colaboradores que pensaron en él, pero sobre todo para correr con la posibilidad histórica de derrotar al tres veces presidente. El exministro de Obras Públicas no había sido un militante de renombre en el PLD. Le auxiliaba el haber acompañado durante más de siete años al presidente Medina en inauguraciones de carreteras y obras públicas, y mostraba eficiencia y capacidad. Una semana después del lanzamiento de Castillo, programas de televisión lo aupaban y un reventón de anuncios publicitarios que pusieron a gritar a los opositores sobre que se estaban usando los fondos del Estado pareció indicar que había mucho precocinado. Es decir que los estrategas de campaña habrían comenzado a diseñarla, no importa quién resultara el aspirante del sector danilista, o el mismo Presidente de la República en las posibilidades, solo que habría que cambiar nombre y los gestos de la figura. El principal de ellos, José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia asegura que Castillo tiene el apoyo de la mayoría del PLD, del Gabinete, de casi todos los senadores, la mayoría de los diputados, de los alcaldes y directores municipales de todo el país. Castillo cuesta arriba Pese a las grandes ventajas, el aspirante Castillo va cuesta arriba en la lucha para alcanzar y sobrepasar al expresidente y convencer a los electores en una elección primaria abierta el domingo 6 de octubre, que es el mejor y que puede continuar la obra de Medina. De hecho, su campaña se ha mantenido firme en las ideas de que seguirá la línea de gobierno del presidente Medina, se basa en que lo apoya la mayoría del partido y aspira a traspasar la popularidad del Presidente a su propia aspiración. Castillo tiene sus méritos. Al llegar al ministerio de Obras Públicas prácticamente lo transformó al tener a su cargo la construcción de importantes vías, el refuerzo de mantener limpios puentes y elevados y su auxilio a la Alcaldía del Distrito. El aspirante venció a Reinaldo Pared Pérez, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito y Temístocles Montás, que eran los principales en la lidia. Al final, mediante encuestas que el sector danilista mantiene “in péctore”, la mayoría acogió bien a Castillo. Del pequeño grupo de los principales, Pared Pérez se declaró neutral en la lucha entre el doctor Fernández y Castillo, en tanto que anunció que su esposa Ingrid Mendoza, apoyaba al el Presidente. Se cree que los demás poco a poco se sumarán a la campaña de Castillo. El exministro de Obras Públicas tiene que superar al que ha sido tres veces Presidente y quien por tal razón tiene muchos dolientes. Dos períodos del presidente Medina, en los cuales han estado “abajo” es demasiado tiempo para quienes aprendieron a disfrutar el poder. Para la base, llamados “compañeritos” que no fueron tocados por la mano proverbial del Estado, la vuelta del doctor Fernández podría ser una solución, algo mucho mejor que un triunfo de la oposición que encarna el Partido Revolucionario Moderno, PRM. La posibilidad de que Fernández, por la alta tasa de rechazo que le asignan las encuestas, pudiera perder la elección ante Luis Abinader o el expresidente Mejía, cualesquiera que seleccionara el PRM, asusta a la feligresía peledeísta y pone en riesgo a sus líderes. El doctor Fernández ha tratado el caso como de vida o muerte. Algunas de sus decisiones así lo atestiguan como fuera encabezar con una multitud de partidarios un piquete frente al Congreso Nacional luego de que las autoridades dijeron que sería asaltado. El peso del Estado La fuerza del Estado y su peso en un país presidencialista le da beneficio a Castillo. Aparte está el hecho de que muchos electores que no querían ver al presidente Medina en un tercer período, tampoco gustarían de que el doctor Fernández fuera cuatro o cinco veces, lo que la Constitución le permitiría. Esa preocupación ha hecho que un sector del PLD y los cercanos al presidente Medina hayan lanzado la propuesta de reformar la Constitución, para que el actual Presidente pueda postularse a las elecciones del 2024 y no quede como un condenado dentro del país. Si se pudiera endosar el apoyo que tiene Medina entre los electores al aspirante Castillo, la situación de Fernández sería difícil. Medina tiene siete años en contacto con el país, con sus pequeños yerros, propuso y logró la tanda extendida en las escuelas. Le han fallado a Medina los ministros de Educación, pero los padres que tienen a sus niños en las escuelas con tres comidas al día, uniformes y útiles escolares subvencionados, le deben esas reivindicaciones al gobernante que dispuso el 4% para la educación. Los números que ofrece el Banco Central benefician al candidato oficialista. En un informe de la semana pasada, la institución dijo que la inflación en los primeros ocho meses está situada en 1.99. Los organismos internacionales esperan un crecimiento de sobre el 5% el año que viene, la mayor de la región. En sus visitas sorpresa a los campos del país, Medina ha propuesto la entrega de subsidios y empréstitos a millares de pequeños agricultores, le ha dado recursos al Banco Agrícola como nunca antes a tasas más suaves que las de la banca privada, para dinamizar el sector agropecuario. Panorama político.

Written By sajoma36 on sábado, 14 de septiembre de 2019 | 7:17 p. m.

Santo Domingo, RD.-Escuchar sus desgarradores gemidos parece más atractivo que frustrar sus aspiraciones por sentencia del TSE.
En virtud del principio de ultractividad, previsto en la parte in fine del art. 110 de nuestra Constitución, la norma aplicable a todo hecho, acto o negocio jurídico debe ser la vigente al momento de su ocurrencia o celebración, pese a que haya sido derogada con posterioridad. “Esas normas derogadas siguen aplicándose a los hechos ocurridos durante su vigencia, fenómeno que se presenta en relación con todas las normas jurídicas, cualquiera que sea su naturaleza”, explica Hernán Molina Guaita en su tratado de Derecho Constitucional.
De su lado, el Tribunal Constitucional sostuvo en su sentencia TC/0015/13 que aunque una norma derogada “... no podrá seguir rigiendo, o determinando, situaciones jurídicas nacidas con posterioridad a la fecha en que quedó derogada, sí continuará rigiendo las situaciones jurídicas surgidas a su amparo por efecto de la llamada ultractividad de la ley”, y que como bien aclaró en su TC/0028/14, este principio “se fundamenta en la máxima jurídica tempus regit actum, que se traduce en que la norma vigente al momento de suceder los hechos por ella previstos, es la aplicable, aunque la misma haya sido derogada con posterioridad”.
De hecho, cuando conoció el célebre caso Juliana Deguis Pierre, fallado en su TC/00168/13, el indicado órgano especializado consideró que “conforme al  art. 11.1  de la Constitución de 1966 (vigente a la fecha de nacimiento de la reclamante), a ella no le corresponde la nacionalidad dominicana, y, por tanto, tampoco la cédula de identidad y electoral, puesto que no demostró que por lo menos uno de sus padres tuviera residencia legal en la República Dominicana al momento de su nacimiento”.
Más claramente, para decidir el controvertido caso de marras, el Tribunal Constitucional interpretó y aplicó la Constitución de 1966, puesto que era el texto legal que se encontraba vigente al momento del nacimiento de la reclamante, o lo que es lo mismo, al de la creación de la situación jurídica en discusión. Pasemos ahora al caso de Leonel Fernández, quien al amparo de la Constitución de 2002 se postuló a la Presidencia en el 2004 y contendió al mismo cargo en el 2008.
El art. 49 de dicho texto en virtud de la cual, repito, se configuraron esos dos períodos presidenciales, rezaba de la siguiente manera: “El Presidente de la República podrá optar por un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo, ni a la Vicepresidencia de la República”. Es obvio que el destino político del expresidente fue prescrito por la Carta Magna entonces vigente, la cual comportaba como consecuencia al ejercicio de la repostulación consecutiva el impedimento de volverse a postular al mismo cargo, situación jurídica que en el caso de Fernández quedó indudablemente consolidada.
Y tal como hizo el Tribunal Constitucional para determinar si Juliana Deguis Pierre era o no dominicana, lo mismo se impone para precisar si el expresidente puede aspirar en el 2020: recurrir al principio de ultractividad. Como muchos ya saben, he sostenido que no puede, y que la Constitución del 2010 no fue suficiente para restituir su derecho a optar nuevamente por la presidencia. Supongamos que la actual Constitución de 2015 fuese hoy modificada y se aumentase el período presidencial de 4 a 6 años, ¿podría esa modificación beneficiar al presidente Medina?
Por supuesto que no, toda vez que su mandato 2016-2020 se constituyó de conformidad con la Constitución del 2015, cuyo art. 124, llamado a regir el período de gobierno en curso independientemente de que sea reformado, dispone que es de 4 años. Siendo así, la viabilidad de una nueva candidatura presidencial de Fernández debe pasar por el tamiz de la Constitución del 2002, en cuyo art. 49 quedó aprisionado desde el momento en que contendió para los comicios del 2008.
Más todavía, la Constitución vigente prevé en su art. 124 la misma regla del art. 49 de la Constitución del 2002, es decir, que “el Presidente o la Presidenta de la República podrá optar por un segundo periodo constitucional consecutivo y no podrá postularse jamás al mismo cargo ni a la Vicepresidencia de la República”. De manera que para sortear la aplicación de la regla del art. 49 de la Constitución del 2002, que es la misma del art. 124 de la Carta Magna vigente, el expresidente pudiera alegar el principio de aplicación inmediata de las normas constitucionales, y que en el 2010 se produjo un cambio en nuestro sistema presidencial, quebrando así la consecuencia jurídica que amarraba a Fernández.
Resulta, sin embargo, que las reformas constitucionales no deslindan los escenarios, ya que tanto las normas derogadas como las nuevas preservan sus respectivos espacios temporales de vigencia, y no obstante consagrar la Constitución del 2015 la misma regla en virtud de la cual ningún presidente que intente la repostulación consecutiva puede volverse a postular jamás al mismo cargo, ni esa modificación ni la del 2010 alteró la situación jurídica concreta de Fernández.
Las reglas contienen un supuesto y una consecuencia, de suerte que si esta se realiza, aquella debe producirse, definiendo así la posibilidad o imposibilidad de que los destinatarios de la misma puedan ejercer derechos o cumplir con las obligaciones correspondientes. Cuando el supuesto y la consecuencia se generan de inmediato, la ley nueva no puede variar, suprimir o modificar una ni otra cosa. A modo de ejemplo, si se lleva de 18 a 21 la mayoría de edad, los que no hayan alcanzado los 18 tendrían que esperar hasta los 21 para serlo, pero los que ya hubiesen llegado al momento de entrar el nuevo régimen en vigor, serán mayores de edad no obstante ser menores de 21.
De modo, pues, que la norma rige todos los hechos que durante el lapso de su vigencia ocurran, por lo que las consecuencias previstas en ella son las que deben imputársele al hecho. Tal como he explicado previamente, el expresidente decidió postularse a un segundo mandato consecutivo en el 2008, y ese acto concreto se llevó a cabo dentro del ámbito temporal de validez del art. 49 de la Constitución del 2002, definiendo nítidamente los perfiles de una situación jurídica: su impedimento de volver a postularse jamás a la más alta posición ejecutiva de la nación.
Cierto que nuestro Tribunal Constitucional ha sostenido que el principio de irretroactividad cede excepcionalmente a favor del constituyente, pero resulta que la Carta Magna del 2010 guardó silencio respecto de la situación jurídica que se configuró con la repostulación del expresidente Fernández en mayo del 2008, o si se prefiere, de la sanción recaída sobre él por aplicación del art. 49 de la Constitución del 2002. El formidable Marcel Planiol, coincidiendo con Paul Roubier, sostuvo que la norma operaba retroactivamente cuando daba un salto al pasado, ya para modificar una situación jurídica afianzada, ya para apreciar las condiciones de legalidad de un derecho ejercido.
Si el constituyente del 2010, aun cuando podía, no dispuso nada sobre la situación jurídica concreta de Fernández, es claro que no levantó el impedimento que pesaba sobre él para contender nuevamente por la Presidencia, derecho que la Constitución del 2002 aniquiló como consecuencia de su repostulación en el 2008 y que, como he explicado, es la aplicable de conformidad con el principio de ultractividad. Para que el exmandatario pudiese perseguir otro mandato, era necesario que la Constitución del 2010 retroactuara, esto es, que su art. 124 extinguiese la consecuencia que para él aparejó el derogado art. 49, atribución que el constituyente no ejerció cuando reformó dicha norma, dejando así a Fernández irremisiblemente atrapado en las mallas de la regla que ella contemplaba: optar por dos períodos presidenciales sin posibilidad de volverlo a intentar nunca más.
No huelga recordar que toda norma consta de un elemento material, es decir, de un supuesto o hipótesis de hecho, y de un elemento moral, que no es más que la conclusión jurídica sobrevenida como consecuencia de la ocurrencia del supuesto o hipótesis fáctica. La repostulación de Fernández en el 2008 es el elemento material del derogado art. 49 de la Constitución del 2002, en tanto que el impedimento de volver a optar es el elemento moral, y de conformidad con el repetido principio de ultractividad, tomando en consideración que la situación jurídica particular de Fernández no fue modificada por las reformas constitucionales del 2010 ¿Por qué nadie en el PLD se ha interesado en invocar esta verdad de a puño para asfixiar las ambiciones de poder de Fernández? Me socorre el convencimiento de que prevalece el ánimo de volverle la espalda a la realidad constitucional del expresidente para darle el pecho a una realidad más placentera para el Jefe de Estado: aplastarlo el próximo 6 de octubre. A su ritmo, propio de un toro furioso, él y sus seguidores correrán para barrerlo por lo que a Fernández le queda de vida, y ese placer no lo sustituiría ninguna sentencia del Tribunal Superior Electoral.
El danilismo es una fuerza indomable, telúrica y obstinada en lograr su meta. Sacudidos por la electricidad de la voluntad indomable del gobernante, e incluso por la magia misteriosa de su silencio, los suyos enderezarán esfuerzos para que ese día la victoria suene como trueno extático y retumbante. Al cabo de una espera de 7 años, el canto del expresidente será de infinitas miserias, y como salido de sus entrañas, cobrará en coro el de un desgarrado gemir, porque al destino, siempre dispuesto al juego irónico, le gusta mezclar lo estremecedor y lo cómico.
Share this article :

0 comentarios:

Speak up your mind

Tell us what you're thinking... !

EGEHID

EGEHID
Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana

BRAULIO ESPINAL

BRAULIO ESPINAL

EGEHID

PLAZA SUSAÑA

PLAZA SUSAÑA
Cuatro negocios en un solo lugar






 
Support : Creacion de página Web | Rafael Jaquez | Mas Plantillas
Con la tecnogia de Blogger
Copyright © 2011. sajoma36 - All Rights Reserved