SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las formas de protestar contra
las injusticias y contra la corrupción han cambiado con el paso de los
años y el relevo generacional.
Pero siguen intactos los aparatos represivos del poder político y
económico, que se ponen en marcha tan pronto los jóvenes emprenden
luchas sociales que llaman la atención del pueblo dominicano.
El poder apela a la fuerza, pero también a la propaganda más sucia,
todo para tratar de mantener a raya a los muchachos y muchachas que no
se cruzan de brazos ante las injusticias y exclusiones que condenan a
una gran parte del pueblo dominicano a vivir en la miseria.
A pesar de que los nuevos métodos de protesta se han tornado
pacíficos, buscando hacer presión de otra manera, la reacción de los
agentes de policiales y militares se mantienen invariables. Eso es lo
que afirman activistas de organizaciones sociales entrevistados por
Acento.com.do
Desde las actividades organizadas para preservar Los Haitises, ante
la catástrofe ecológica que representaba la construcción de una
cementera, los jóvenes manifestantes declaran que han recibido abusos de
policías y militares.
Alex Mundaray, joven activista social, recuerda que mientras todavía
estaba instalado el campamento en la comunidad de Gonzalo, mismo que fue
creado para crear oposición a la construcción de la cementera, fueron
muchas veces amedrentados.
“Un día de corpus llegaron militares con armas largas, lo que nos
salvaba era que estaban los medios de comunicación. Además cientos y
cientos de policías. Esa noche no dormimos” cuenta Alex, para quien era
totalmente exagerado que militares con ese tipo de armas acosaran a
jóvenes desarmados.
Alex dice que estas son prácticas dictatoriales que quedan del
trujillismo y el balaguerismo. Para él, esto es parte de una posición
política que se basa en acciones que atacan a grupos sociales.
El año pasado la casa de Alex fue violentada. No tiene claro el
objetivo de la irrupción en su vivienda pero acusa a grupos
simpatizantes del oficialismo vinculados con ese atropello. Puso la
denuncia en la Policía, pero afirma el caso se quedó en el aire.
De su lada, María Fernanda López, cuenta cómo algunos de sus
compañeros de La Revuelta fueron agredidos por agentes de la policía,
cuando un grupo de manifestantes se reunieron en la Plaza de la Cultura
para dirigirse al Palacio Nacional.
“La Policía nos mantuvo encerrados por cuatro horas, porque no
podíamos salir. Gina Goico y Tony Then fueron agredidos”, narra la
joven.
Al parecer ni las jóvenes mujeres militantes se salvan. Natalia
Mármol, también de La Revuelta, afirma que en esa ocasión su compañera
de organización, Gina Goico, fue golpeada fuertemente en un seno.
Los jóvenes que han participado en las distintas protestas ocurridas
en los últimos años en el país, afirman que han sido víctimas de
atropellos policiales.
Fuente:acento
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